Un reciente informe presentado a nivel europeo pero que analiza el transporte de mercancías en España asegura que los camiones eléctricos «saldrán a cuenta» frente a los diésel.
El sector del transporte es el que más contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero que se generan en España, los conocidos como GEI. Suponen un 29,1% del total según datos oficiales de 2019.
Se reparten entre el transporte de mercancías por carretera, un 9,8% del total, un porcentaje representativo, por lo que resulta pertinente llevar a cabo nuevas políticas y medidas para reducir su impacto.
Lo cierto es que tal y como confirma la asociación europea Transport & Environment tanto en el el mercado de furgonetas como en el de camiones, las versiones 100% eléctricas y los camiones preparados para hacer uso de las carreteras eléctricas, algo aún testimonial y en fase de experimentación, serán competitivos a mediados de la década actual, es decir para 2025, con respecto a los de combustión interna.
Por su parte los vehículos de pila de combustible de hidrógeno lo serían en 2030, según el análisis del Coste Total de Propiedad incluido en un nuevo informe de Transport & Environment (T&E) realizado en colaboración con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA).
Titulado «Posibles opciones y vías tecnológicas para conseguir un transporte de mercancías por carretera sin emisiones de carbono en España», está realizado por la consultora Cambridge Econometrics, dentro de una iniciativa público privada. El objetivo es analizar posibilidades para lograr la descarbonización del transporte de mercancías por carretera.
Una de las conclusiones del informe es que una rápida transición a los sistemas de propulsión basados en tecnologías de cero emisiones puede reducir muy sustancialmente las emisiones de CO2 de la flota de transporte de mercancías por carretera.
Sin embargo, el estudio alerta de que para lograr el objetivo europeo de la neutralidad climática en 2050 para este sector, no bastará con prohibir la venta de furgonetas con motores de combustión interna en 2035 y de camiones con esa tecnología en 2040, sino que sería necesario adelantar estas fechas o incluso implementar medidas adicionales. Las más eficaces pasan por la reducción anticipada del uso de ese tipo de vehículos contaminantes.
T&E también señala que es básico el despliegue de infraestructuras de recarga de alta potencia para camiones cero emisiones. Pero se debe hacer de forma planificada y paulatina y no centrar todos los esfuerzos en la segunda mitad de esta década.
El informe destaca que los vehículos convencionales con motor de combustión interna serán cada vez menos competitivos a lo largo de su vida útil en comparación con sus equivalentes eléctricos, por lo que ls transportistas apostarán por ellos, aseguran.
Uno de los obstáculos principales para la expansión de este tipo de vehículos es el precio. De hecho la mayor o menor rapidez con la que las tecnologías como las baterías, sistemas de carreteras eléctricas y células de combustible, combustibles (hidrógeno verde) puedan ser más baratos, así como la evolución del incremento que ya se está produciendo en el coste de los combustibles fósiles (diésel, gasolina, gas natural) resultarán determinantes.
También resulta fundamental, según este informe una adecuada regulación tanto nacional como europea relativa a la descarbonización del transporte de mercancías por carretera.
En relación con la próxima regulación sobre los estándares de emisiones de los camiones, estudios recientes de organizaciones como T&E o el International Council on Clean Transportation (ICCT) han concluido que la normativa actual es demasiado laxa para impulsar las reducciones de emisiones de CO2 necesarias para alcanzar los objetivos climáticos de la UE y, en concreto, es insuficiente para impulsar una oferta relevante de vehículos de cero emisiones a lo largo de la década de 2020.
Los objetivos deben ser más ambiciosos, asegura Carlos Bravo, responsable de políticas de transporte de mercancías de T&E.»No será posible conseguir la descarbonización total del transporte de mercancías sin apostar por las tecnologías cero emisiones en camiones y furgonetas. Lamentablemente, en España, hay un gran desfase entre las políticas actuales y las que serían adecuadas para dotar al sector de una trayectoria coherente para lograr ese objetivo»
“Afortunadamente, añade, existe un marco propicio para lograr importantes avances en la descarbonización del transporte de mercancías. Además de la actual revisión de la normativa en materia de emisiones de CO2 de las furgonetas y, próximamente, de los camiones, por parte de la Unión Europea, la discusión del actual Anteproyecto de Ley de Movilidad Sostenible abre en España un amplio abanico de posibilidades de mejora en este ámbito».
Fuente: https://www.caranddriver.com/