Renfe cambia al primer espada de Mercancías casi tres años después de haber aprobado un plan de transformación para tratar sacar de pérdidas a la filial y convertirla en un gigante de la logística de la mano de un socio privado. Un plan que, pese al duro trabajo y a que la búsqueda de aliados avanza, no solo no ha dado los frutos esperados si no que el negocio ha empeorado sus resultados en el primer semestre de 2019. Así, según informan fuentes de la compañía pública, Abelardo Carrillo deja la dirección general de Mercancías y será sustituido por María del Carmen Rincón, directora de Control de Gestión y Compras de la filial.
Algunas fuentes señalan que el directivo habría sido invitado a dejar su cargo pero otras aseguran que ha sido él mismo el que ha solicitado marcharse como paso previo a jubilarse dentro de un año o dos. Así, la idea es que se quede en Renfe como asesor hasta retirarse.
El último acto público de Carrillo como primer espada de Mercancías fue la semana pasada, cuando acudió a la estación Príncipe Pio a presentar junto al presidente de Renfe, Isaías Taboas, el tren de Noe, una iniciativa promovida desde Europa para reivindicar un mayor uso del ferrocarril en el transporte de mercancías. En ese acto, el directivo, que lleva 33 años en Renfe, aseguró a este diario que la búsqueda de un socio privado seguía en marcha y «progresando».
Carmen Rincón, licenciada en Económicas y Empresariales por la Complutense y con una larga trayectoria en la compañía ferroviaria, coge las riendas del negocio, casi el único que sigue en pérdidas del grupo, con el reto de alejar los fantasmas de la quiebra y aumentar su actividad en un mercado muy limitado que no termina de crecer y donde la competencia juega a bajar los precios para robarse los clientes. No en vano, la cuota de ferrocarril en España no supera el 5% y cada vez cae más pese al reto de reducir las emisiones de CO2 en el transporte.
A su vez, los resultados registrados en el primer semestre del año han sido mucho peores que los de un año antes y que lo esperado por la compañía. Así, los ingresos han caído un 1,42% hasta los 109,7 millones de euros pese a que las toneladas transportadas han aumentando levemente. Así, los gastos han subido el 1,7% y el ebitda de la compañía ha sido negativo en 3,3 millones de euros frente a los 600.000 euros de mismo periodo del año anterior. El resultado neto fue de menos 11,7 millones, un 31,4% peor.
Fuente: eleconomista.es