Un vehículo con capacidad de carga arriba de 3.1 toneladas es considerado transporte pesado conforme al Reglamento de la Ley Especial de Transporte de Carga por Carretera, el cual está en proceso de elaboración.
Según Guillermo Massana, presidente de la Asociación de Transportistas de Carga de El Salvador (ATCASAL), alrededor de 100 mil personas se involucran directamente con el trabajo en transporte pesado, ya sea como empresarios unitarios con vehículo propio, pequeños, medianos y grandes empresarios, y compañías logísticas dedicadas a comprar y vender el servicio, aunque no sean propietarios del transporte.
Además, un estimado de 35 mil personas también se emplean de manera indirecta entre comercializadores de GPS, vendedores de seguros y distribuidores de lubricantes y repuestos por mencionar algunos.
A junio de 2018, Servicios de Tránsito Centroamericanos (SERTRACEN) tenía registradas 50,304 unidades como vehículos de carga pesada, incluyendo 4,317 permisos para empresas internacionales de carga (20 mil unidades en promedio) que circulan diariamente en El Salvador.
Por más moderno que sea un país, siempre necesitará de camiones o tráileres para movilizar bienes, porque hasta el día de hoy es el único medio capaz de llegar hasta el lugar requerido, sea un supermercado, una bodega, un centro comercial o una tienda.
La realidad de la industria
Actualmente, la ley que rige el transporte pesado es el Contrato de Transportes del Código de Comercio. Esta es una legislación establecida en 1970 que no engloba la realidad actual de la industria y que afecta principalmente a las empresas transportistas que en muchas ocasiones perciben la retribución hasta dos meses después de prestado el servicio, según explicaciones del representante de la gremial.
Así también existen situaciones que retrasan a los pilotos de transporte pesado, tal es el caso de las restricciones de circulación en horarios de 5:00 a.m. a 8:00 a.m. y de 4:00 p.m. a 7:30 p.m. que se han aplicado a ciertas vías de acceso como en el bulevar Constitución y el bulevar del Ejército.
En Aduanas también suelen demorarse por asuntos burocráticos como un atraso en el pago de impuestos por parte del cliente, inspección de la mercadería porque el despacho encontró un problema y le asignó canal rojo o simplemente, por encontrarse fuera de horarios de atención.
Un ciudadano del mundo en rueda de negocios de la Feria Internacional
En CIFCO se lleva a cabo la edición 26 de la Feria Internacional, donde se puede encontrar a muy buenos precios más de 3 mil productos, con la participación de decenas de compañías locales e internacionales.
Anécdotas de un trailero
René Meléndez es un piloto que lleva más de cuarenta años de realizar viajes internacionales con cargas secas (Papel higiénico, cartón, vidrio, entre otros).
Antes de partir, él debe chequear el camión en su totalidad y asegurarse que todo esté en condiciones para evitar inconvenientes o atrasos, incluyendo la documentación necesaria.
Él cuenta que muchas veces el acceso a la frontera está precedido por filas de transportes esperando pasar por aduanas, sólo allí son de 24 a 72 horas donde no se puede dormir, porque si se mueve, otro tomará su lugar. Al llegar al despacho de Aduanas, dependiendo del humor de los funcionarios se hacen de cuatro a seis horas más.
Ya del otro lado, a veces toma salir uno o dos días más porque el cliente no ha pagado los impuestos o Aduanas está saturado. El piloto asegura que si se lo propone pueden trabajar más eficientemente, pues ya lo ha vivido cuando se han hecho huelgas en la frontera.
Don René dice también haber escuchado historias de mujeres que piden “ride” a pilotos, luego los invitan a un lugar a comer o tomar algo, los sedan y se llevan todo; de casos donde personas sospechosas persuaden a los motoristas para que carguen contrabando por un poco de dinero extra o que les ofrezcan comprarles parte de su mercadería “bajo de agua” y luego los reporten como perdidos o hurtados.
En la carretera, están expuestos a riesgos que atentan contra ellos o su cargamento. Conducir con precaución durante la noche y no detenerse es ideal para evitar robos o asaltos.
