Con motivo de la Semana Europea de la Movilidad (SEM 2020), que se celebrará del 16 al 22 de septiembre, CCOO ha elaborado una declaración que reclama a las Administraciones medidas para consolidar el transporte público, y la gestión pública del mismo, como elemento central de una movilidad más respetuosa con el medio ambiente y sostenible económicamente, a fin de conseguir los objetivos de neutralidad climática en 2050.
«La salida de la crisis económica no debe pasar, como ocurrió en 2008, por aplicar medidas austericidas basadas en recortes salariales, pérdida de derechos sociales y reducción de los servicios públicos, que sólo sirvieron para empeorar las condiciones de vida de las personas», señalan desde CCOO. Muy al contrario, añaden, «a corto y medio plazo, se deben establecer las estrategias políticas y económicas que garanticen una transición justa en un nuevo proceso colectivo de desarrollo sostenible sin dejar a nadie atrás».
La movilidad es un eje central para lograr dicha transición y la descarbonización en 2050, señalan desde CCOO; y para ello, resulta imprescindible tener en cuenta los siguientes aspectos derivados de la crisis sanitaria:
• Situación de la movilidad en el transporte público por la menor ocupación (ferrocarril, autobús, taxi, tranvía, etc.) motivada por la Covid-19. En relación a ello, CCOO señala que es absolutamente necesario que las administraciones públicas inicien una campaña de información y promoción del transporte público para recuperar, al menos, el número de viajeros previo a la crisis sanitaria, adoptando todas las medidas necesarias que garanticen a los usuarios del transporte público desplazamientos seguros. Con ello, además, se evitará un mayor quebranto económico por ausencia de usuarios.
• Efecto de la disminución del tráfico durante la pandemia.
El tráfico rodado, y muy especialmente el menor uso del coche particular debido al confinamiento, han contribuido de manera indudable a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorando la calidad del aire en las ciudades y disminuyendo también los efectos del ruido producidos por el tráfico. Esta menor contaminación del aire y también menor contaminación acústica, nos ha enseñado:
- A valorar y reconocer la necesidad de recuperar el espacio público para hacer de las ciudades un lugar diseñado para las personas, y no para los coches, en las que se facilite la movilidad activa por medios seguros y no contaminantes como son los desplazamientos a pie o en bicicleta. Y, también, la necesidad de promocionar y adecuar el transporte público (autobuses, taxi, vtc, metro, tranvía, ferrocarril, etc.) a las necesidades de la ciudadanía, exigiendo a la vez un menor espacio para el uso del coche privado.
– La segunda enseñanza muestra que, al tiempo que vamos avanzando en el desconfinamiento hasta llegar a lo que se viene llamando la nueva normalidad, los niveles de contaminación por las emisiones de gases de efecto invernadero están repuntando a los niveles anteriores, según se va recuperando la actividad económica. En CCOO señalan que «estos primeros síntomas de aumento de la contaminación atmosférica deben servir al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, las Comunidades autónomas y corporaciones locales, para acelerar la toma de las medidas necesarias para desacoplar el desarrollo económico y el aumento de la actividad productiva con el consumo de combustibles fósiles».
Prioridades
Según el sindicato, la prioridad para los próximos años deberá ser garantizar las necesarias inversiones en infraestructuras que faciliten un transporte de viajeros y mercancías más sostenible, manteniendo su titularidad pública. En concreto, «para evitar errores del pasado en las políticas de movilidad y salir de la crisis económica de una manera más inteligente y en la línea del desarrollo sostenible», CCOO exige a la Administración la puesta en marcha de las siguientes medidas:
1.- Mejorar física y sensorialmente todas las infraestructuras en la prestación del servicio de transporte público para facilitar que el conjunto de la ciudadanía pueda hacer uso de cualquier medio de transporte público.
2.- Establecer puntos y puestos de información que permitan a los usuarios elegir el modo de transporte público más adecuado a sus necesidades.
3.- En los intercambiadores, favorecer la coordinación entre los distintos medios de transporte para facilitar el cambio modal, acortando los tiempos de espera y mejorar la ocupación del transporte. Implementar en ellos medidas de ahorro y eficiencia energética. Y a la vez, mejora de la propia infraestructura en cuanto a dotación de servicios, principalmente sanitarios e higiene.
4.- Facilitar en los distintos medios de transporte públicos (prestamos de bicicletas públicas, ferrocarril, tranvía, autobús, metro, taxi, etc.) la posibilidad de tener una sola tarjeta para el abono del servicio de transporte utilizado en cualquier localidad.
5.- Realizar nuevos estudios para rediseñar y dimensionar las estructuras ferroviarias de cercanías y regionales que aseguren una movilidad sostenible y segura, den respuesta a las necesidades locales y sean un elemento de cohesión social y vertebración del territorio.
6.- Facilitar la movilidad para satisfacer las necesidades de la ciudadanía en sus actividades diarias estableciendo criterios de horarios y tiempos para desplazamiento al trabajo, centros educativos, centros sanitarios, instalaciones deportivas o de ocio etc. La coordinación de horarios en distintos modos se regulará legalmente.
7.- Elaborar planes de áreas de circulación propia del transporte público por carretera en las ciudades garantizando los tiempos del recorrido.
8.- Elaborar un Plan de electrificación de la red convencional, priorizando las líneas ferroviarias que faciliten el acceso al ferrocarril en condiciones de seguridad e igualdad entre territorios. Dichos planes se desarrollarán “cantonalizados” de manera que permitan las entradas en servicio parciales, sin esperar a la finalización completa de cada línea.
9.- Recuperación de la accesibilidad de estaciones y apeaderos facilitando el intercambio con otros modos de transporte público y con criterios y diseños que favorezcan el ahorro energético.
10.- Aumentar la participación del ferrocarril en el transporte de mercancías, al menos hasta alcanzar la media europea.
11.- Fortalecer los modos de transporte público con una mayor dotación de personal y equipamiento para satisfacer las demandas de la ciudadanía.
12.- Diseñar planes de formación y capacitación para el desarrollo y aplicación de nuevas tecnologías.
13.- Elaborar y aprobar un modelo de financiación del transporte público.
14.- Elaborar una Ley de Movilidad Sostenible y Segura.
Por último, CCOO considera que el transporte público – ferrocarril autobús, metro, tranvía, taxi, etc. -, como servicio esencial para la ciudadanía no debe perder su característica de gestión pública. La consolidación de la gestión pública del transporte y la implementación de las medidas aquí señaladas contribuirán de manera inequívoca a conseguir los objetivos de neutralidad climática en 2050.
Fuente: www.energias-renovables.com